OTONIEL. OFICINAS Y JARDÍN VERTICAL EN REFORMA DE NAVE INDUSTRIAL
Alicante, 2015Otoniel nace de un proyecto industrial avanzado, nave de dos plantas utilizadas como oficinas, en el que tiene el objetivo de vestir su cara exterior acabando la fachada con un único material que evidencia el jardín propuesto en el centro de la fachada.
- Superficie: 700 m2
- PEM: 225.000 €
- Arquitecto: Antonio Maciá Mateu
- Colaboradores: Ana Mora Vitoria
- Iluminación: Tecnoluz Iluminación
- Promotor: Desguaces Otoniel Vegetación
- Fotografía: Rafael Zarza
Otoniel nace de un proyecto industrial avanzado, nave de dos plantas utilizadas como oficinas, en el que tiene el objetivo de vestir su cara exterior acabando la fachada con un único material que evidencia el jardín propuesto en el centro de la fachada. Una chapa perforada grecada envuelve el exterior filtrando la luz que entra en el interior. Por el día y desde el exterior, el edificio se entiende como un gran volumen ciego, de planos completamente definidos, enmarcando el jardín en el centro de la fachada. Situados en el interior del edificio y observando el exterior, la piel de aluminio se desvanece. Por la noche y desde el exterior el efecto es completamente el contrario. A medida que se acerca la noche, la intensidad de la luz natural disminuye, aumentando la de la luz artificial del interior, desvaneciéndose la piel de aluminio hasta dejar visto el recinto rojo interior.
Con la nave ya construida y una distribución interior previa que daba inicio a la estructuración espacial, el proyecto que se propone aporta así mismo de un gran cambio exterior, un cambio en la distribución interior. En planta baja aparece un gran mostrador que se divide en función del programa fragmentado del cliente. La implicación que tuvimos en el espacio interior, cambió las distribuciones del resto de espacios y además dio como resultado un conjunto de espacios curvos con consecuencias perceptuales en el espacio tanto de planta baja como en la primera planta.
Otoniel nace de un proyecto industrial avanzado, nave de dos plantas utilizadas como oficinas, en el que tiene el objetivo de vestir su cara exterior acabando la fachada con un único material que evidencia el jardín propuesto en el centro de la fachada. Una chapa perforada grecada envuelve el exterior filtrando la luz que entra en el interior. Por el día y desde el exterior, el edificio se entiende como un gran volumen ciego, de planos completamente definidos, enmarcando el jardín en el centro de la fachada. Situados en el interior del edificio y observando el exterior, la piel de aluminio se desvanece. Por la noche y desde el exterior el efecto es completamente el contrario. A medida que se acerca la noche, la intensidad de la luz natural disminuye, aumentando la de la luz artificial del interior, desvaneciéndose la piel de aluminio hasta dejar visto el recinto rojo interior.
Con la nave ya construida y una distribución interior previa que daba inicio a la estructuración espacial, el proyecto que se propone aporta así mismo de un gran cambio exterior, un cambio en la distribución interior. En planta baja aparece un gran mostrador que se divide en función del programa fragmentado del cliente. La implicación que tuvimos en el espacio interior, cambió las distribuciones del resto de espacios y además dio como resultado un conjunto de espacios curvos con consecuencias perceptuales en el espacio tanto de planta baja como en la primera planta.