STAND SIDO PARA FIRAMACO 2017
Recinto ferial IFA, 2017- Superficie: 88 m2
- Arquitecto: Antonio Maciá Mateu
- Colaboradores: Ana Mora Vitoria
Una de las cosas más esenciales para una empresa de materiales de construcción ecológicos es cómo enfoca su marca y su filosofía de empresa hacia el público. En el contexto de una feria de la construcción, esto se traduce en la necesidad de crear un stand que muestre claramente su compromiso con la sociedad.
Surge, así, la idea de idear una arquitectura que vaya más allá del adjetivo “efímero”, incorporando al proceso de diseño enfoques de economía circular. Desde este punto inicial, el objetivo era dotar de una segunda vida a todos los materiales que se emplearan en la construcción del stand, usando estrategias como el préstamo de materiales de una obra en marcha que luego serían devueltos. Dado que la feria es un evento que se desenvuelve en un periodo de tiempo limitado y no tiene un gran volumen de negocio, cualquier sistema constructivo no reutilizable se vuelve ineficiente.
El espacio del stand se enfoca como una zona de juncos de madera compuestos por listones de pino sin tratar de sección 20×30 mm y 3 metros de altura, estableciéndose una relación con los materiales naturales de la empresa. Los juncos se disponen creando un recorrido al entrar con un espacio central que alberga una mesa a modo de punto de información, dando forma a una envolvente semi-trasparente que dota de cierta privacidad al espacio interior, a la vez que deja ver lo necesario desde el exterior para sugerir la entrada al público. El paso de grava en el recorrido interior del stand aumenta la sensación de encontrarse dentro de un humedal.
Al terminar la feria, todos los materiales del stand (listones, grava, ladrillos y tarimas) fueron devueltos a la obra de la que provenían. De este modo, se logra evitar excedentes de material y se logra construir una arquitectura a coste cero de material.
Una de las cosas más esenciales para una empresa de materiales de construcción ecológicos es cómo enfoca su marca y su filosofía de empresa hacia el público. En el contexto de una feria de la construcción, esto se traduce en la necesidad de crear un stand que muestre claramente su compromiso con la sociedad.
Surge, así, la idea de idear una arquitectura que vaya más allá del adjetivo “efímero”, incorporando al proceso de diseño enfoques de economía circular. Desde este punto inicial, el objetivo era dotar de una segunda vida a todos los materiales que se emplearan en la construcción del stand, usando estrategias como el préstamo de materiales de una obra en marcha que luego serían devueltos. Dado que la feria es un evento que se desenvuelve en un periodo de tiempo limitado y no tiene un gran volumen de negocio, cualquier sistema constructivo no reutilizable se vuelve ineficiente.
El espacio del stand se enfoca como una zona de juncos de madera compuestos por listones de pino sin tratar de sección 20×30 mm y 3 metros de altura, estableciéndose una relación con los materiales naturales de la empresa. Los juncos se disponen creando un recorrido al entrar con un espacio central que alberga una mesa a modo de punto de información, dando forma a una envolvente semi-trasparente que dota de cierta privacidad al espacio interior, a la vez que deja ver lo necesario desde el exterior para sugerir la entrada al público. El paso de grava en el recorrido interior del stand aumenta la sensación de encontrarse dentro de un humedal.
Al terminar la feria, todos los materiales del stand (listones, grava, ladrillos y tarimas) fueron devueltos a la obra de la que provenían. De este modo, se logra evitar excedentes de material y se logra construir una arquitectura a coste cero de material.