VIVIENDA EN URBANOVA
,- PEM: 130.000 €
- Arquitectos:
Antonio Maciá Mateu
Jorge S. Gasa - Dirección obra:
Antonio Maciá Mateu
Jorge S. Gasa - Colaboradoras:
Ana Mora Victoria
Noelia Parra López - Cliente: Antonio G. B.
- Publicación:
Programa tv S’estila
Canal 9_Punt2
La configuración inicial de la vivienda en dos plantas, tenia una marcada contradicción con su entorno. Su compartimentación excesiva que, por una parte, disfrutara del mar, de los jardines exteriores y de las excelentes relaciones visuales con el perfil de la ciudad de Alicante. Así mismo, la iluminación natural se veía bastante penalizada. Estas dos características marcan el proceso de intervención en ella. Como solución se plantea hacer un espacio continuo en la planta baja y reforzar las conexiones que existen con el exterior en la planta primera.
De manera longitudinal, el espacio interior se alarga hacia el exterior y queda reforzado por el mobiliario de pared que lo recorre. Del mismo modo, el jardín exterior se mete en el interior de la vivienda, tiene su continuación por la escalera y acaba en un espacio de reunión junto un jardín propuesto para la planta primera.
De manera transversal a estos espacios quedan cosidos y modulados a través de la utilización de tablas de madera de 15 cm. Éstas nacen del suelo, componiendo los pavimentos, suben por las paredes, configurando el mobiliario y acaban en el techo para formar una piel continua que rodea y define los espacios de la vivienda. Las tablas comienzan con un color oscuro (iroko) y a medida que se acercan al techo son de color más claro (haya).
Dos pilares intermedios de la estructura original de la vivienda hacen que se “fraccione” el espacio de la planta baja en cocina, comedor, salón y jardines exteriores. Al mismo tiempo, se forran de vidrio pasando a ser puntos de iluminación artificial.
Los grandes ventanales que se abren al mar, el doble espacio que se forma en el hueco de la escalera y dos lucernarios situados en los baños hacen que se mejore la iluminación natural de la vivienda.
La configuración inicial de la vivienda en dos plantas, tenia una marcada contradicción con su entorno. Su compartimentación excesiva que, por una parte, disfrutara del mar, de los jardines exteriores y de las excelentes relaciones visuales con el perfil de la ciudad de Alicante. Así mismo, la iluminación natural se veía bastante penalizada. Estas dos características marcan el proceso de intervención en ella. Como solución se plantea hacer un espacio continuo en la planta baja y reforzar las conexiones que existen con el exterior en la planta primera.
De manera longitudinal, el espacio interior se alarga hacia el exterior y queda reforzado por el mobiliario de pared que lo recorre. Del mismo modo, el jardín exterior se mete en el interior de la vivienda, tiene su continuación por la escalera y acaba en un espacio de reunión junto un jardín propuesto para la planta primera.
De manera transversal a estos espacios quedan cosidos y modulados a través de la utilización de tablas de madera de 15 cm. Éstas nacen del suelo, componiendo los pavimentos, suben por las paredes, configurando el mobiliario y acaban en el techo para formar una piel continua que rodea y define los espacios de la vivienda. Las tablas comienzan con un color oscuro (iroko) y a medida que se acercan al techo son de color más claro (haya).
Dos pilares intermedios de la estructura original de la vivienda hacen que se “fraccione” el espacio de la planta baja en cocina, comedor, salón y jardines exteriores. Al mismo tiempo, se forran de vidrio pasando a ser puntos de iluminación artificial.
Los grandes ventanales que se abren al mar, el doble espacio que se forma en el hueco de la escalera y dos lucernarios situados en los baños hacen que se mejore la iluminación natural de la vivienda.